El proyecto educativo y de conservación se llevará a cabo en varios centros andaluces, miembros de la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios.

En España, según los datos de la Lista Roja de especies amenazadas de la UICN existen actualmente, un total de 193 especies en peligro crítico de extinción, 418 en peligro, y 498 vulnerables. Ante este panorama, el Centro para la Supervivencia de Especies de la Macaronesia (CSSM) de Loro Parque Fundación, y el Comité Español de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, han publicado el informe “Estado de la biodiversidad en España 2023.

El objetivo de este completo documento es colaborar en la implantación, en todo el territorio nacional, del denominado Ciclo de la Conservación que ha definido la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Una serie de acciones que suponen la esperanza para la preservación de las especies amenazadas.

El informe de 2019 de la Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos (IPBES) advierte de manera taxativa de la posibilidad muy real de desaparición de un millón de especies en las próximas décadas. Un desastre ecológico y medioambiental que, incluso, el Foro Económico Mundial ha incorporado a su informe global de riesgos para la economía mundial de este año.

En este contexto, se ha elegido el día 22 de mayo, día internacional de la diversidad biológica, para presentar en todas las comunidades autónomas, el informe y el proyecto que dará visibilidad a la situación de las especies en peligro crítico. En el caso de Andalucía, el proyecto cuenta con la colaboración del Comité Español de la UICN, el Centro de Conservación Zoo de Córdoba, Oasys MiniHollywood y el Acuario de Sevilla, los cuales desarrollaran el proyecto educativo y de conservación.

Un catálogo imprescindible para desarrollar acciones de defensa del medio natural

La realización de este exhaustivo catálogo supone un enorme paso en el trabajo por el desarrollo de acciones de protección de las especies amenazadas ya que supone una unificación de los datos y criterios científicos existentes. Cuando se realiza una comparación entre las especies amenazadas según la Lista Roja de la UICN, con aquellas protegidas por el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas o por los catálogos pertenecientes a las comunidades autónomas, se observa que, de forma
global, existe una discordancia del 65%. Es decir, que más de la mitad de las especies consideradas amenazadas por la UICN no están clasificadas en los catálogos nacional o autonómicos, o bien, están clasificadas con una categoría distinta a las que establece la Lista Roja. Esta discrepancia hace evidente la necesidad de actualizar la información científica sobre estas especies en la Lista Roja y re-evaluarlas, de manera que se pueda fundamentar la necesidad de actualizar o no los catálogos, y así armonizar los indicadores de pérdida de biodiversidad con sus herramientas de conservación.

Los puntos calientes de la pérdida de especies en España

Se han detectado, además, varios puntos calientes de biodiversidad críticamente amenazada dentro de nuestro territorio. Estas son las áreas donde se concentra un mayor número de especies en peligro crítico de extinción, según la UICN, que requieren de mayor atención y protección. Entre ellos destacan el Parque Nacional de Doñana (Andalucía), el Parque Natural de la Serranía de Cuenca (Castilla la Mancha), el Parque Natural de la Sierra de Espadán (Valencia), el Parque Natural Jandía
(Fuerteventura, Canarias), el Parque Natural Doramas (Las Palmas de Gran Canaria, Canarias), el Parque Nacional Garajonay (La Gomera, Canarias), Tibataje y Las Playas (El Hierro, Canarias).

Finalmente, el informe compara también los espacios protegidos a nivel autonómico/nacional/internacional, con las Áreas Clave para la Biodiversidad (KBAs), que son áreas designadas por la UICN por contribuir significativamente a la persistencia global de la biodiversidad. Como resultado del análisis, se encontró un solapamiento del 64,4% entre ambas figuras, lo que indica que casi dos tercios de las zonas designadas como KBAs se encuentran dentro de las diferentes figuras de protección del territorio, y poco más de un tercio quedarían fuera.

La situación en Andalucía

En Andalucía existen 59 especies en Peligro Crítico y 147 en Peligro. El grupo taxonómico más amenazado (considerando las categorías de en peligro crítico y en peligro) son las plantas con 74 especies, seguido de los artrópodos con 51, y los peces cartilaginosos con 32. Por ejemplo, en nuestra comunidad uno de los artrópodos que se encuentra en peligro crítico es la gambilusa (Linderiella baetica), un crustáceo endémico de Andalucía de hasta 15mm y descubierto en 2007 en charcas temporales
de lluvia en Cádiz. Dicha especie se encuentra en una única localidad y está amenazada debido a la creciente urbanización y contaminación que conlleva la disminución de la calidad de su hábitat.

En cuanto al análisis comparativo entre la Lista Roja de la UICN y el Catálogo Andaluz
de Especies Amenazadas, se obtuvo un 79,6% de discordancia entre los dos catálogos, siendo los grupos de los peces, reptiles, mamíferos, hongos y anfibios donde se presenta una mayor discordancia, es decir que su nivel de protección no coincide con el grado de amenaza de la UICN. Se identificaron, además, dos puntos calientes de biodiversidad críticamente amenazada en Andalucía; el Parque Nacional de Doñana, comprendiendo también los alrededores del río Guadalquivir, y el Parque Nacional de Sierra Nevada. Al comparar los espacios protegidos con las Áreas Clave para la Biodiversidad (KBAs), se obtuvo un solapamiento del 55,5%, por lo que existen en Andalucía un 45,5% de KBAs que no se encuentran dentro de espacios naturales protegidos.

El proyecto educativo de ciencia ciudadana, promovido por los colaboradores de este proyecto en Andalucía (Comité Español de la UICN, el Centro de Conservación Zoo de Córdoba, Oasys MiniHollywood y el Acuario de Sevilla), se llevará a cabo a través de la aplicación iNaturalist. Este programa espera concienciar e incrementar la sensibilidad de la ciudadanía por la biodiversidad, además de servir como herramienta con la que recopilar información sobre especies amenazadas, lo que será de gran utilidad para su conservación.